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44 Luego les dijo:

—Éstas son las palabras que os hablé estando aún con vosotros: que era necesario que se cumpliera todo lo que está escrito de mí en la Ley de Moisés, en los Profetas y en los Salmos.

45 Entonces les abrió el entendimiento para que comprendieran las Escrituras; 46 y les dijo:

—Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciera y resucitara de los muertos al tercer día; 47 y que se predicara en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén. 48 Vosotros sois testigos de estas cosas. 49 Ciertamente, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén hasta que seáis investidos de poder desde lo alto.

La ascensión(A)

50 Después los sacó fuera hasta Betania y, alzando sus manos, los bendijo. 51 Aconteció que, mientras los bendecía, se separó de ellos y fue llevado arriba al cielo. 52 Ellos, después de haberlo adorado, volvieron a Jerusalén con gran gozo; 53 y estaban siempre en el Templo, alabando y bendiciendo a Dios. Amén.

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La promesa del Espíritu Santo

En mi primer escrito, Teófilo, me referí a todas las cosas que Jesús hizo y enseñó desde el comienzo hasta el día en que fue recibido arriba, después de haber dado mandamientos por el Espíritu Santo a los apóstoles que había escogido. A ellos también, después de haber padecido, se presentó vivo con muchas pruebas indubitables, apareciéndoseles durante cuarenta días y hablándoles acerca del reino de Dios.

Y estando juntos, les ordenó:

—No salgáis de Jerusalén, sino esperad la promesa del Padre, la cual oísteis de mí, porque Juan ciertamente bautizó con agua, pero vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días.

La ascensión

Entonces los que se habían reunido le preguntaron, diciendo:

—Señor, ¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo?

Les dijo:

—No os toca a vosotros saber los tiempos o las ocasiones que el Padre puso en su sola potestad; pero recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra.

Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado, y lo recibió una nube que lo ocultó de sus ojos. 10 Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que él se iba, se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras blancas, 11 los cuales les dijeron:

—Galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como lo habéis visto ir al cielo.

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Dios, el Rey de toda la tierra

Al músico principal. Salmo de los hijos de Coré

47 ¡Pueblos todos, batid las manos!
¡Aclamad a Dios con voz de júbilo!
Porque Jehová, el Altísimo, es temible,
rey grande sobre toda la tierra.
Él someterá a los pueblos debajo de nosotros
y a las naciones debajo de nuestros pies.
Él nos elegirá nuestras heredades,
la hermosura de Jacob, a quien amó. Selah

¡Subió Dios con júbilo,
Jehová con el sonido de trompeta!
¡Cantad a Dios, cantad!
¡Cantad a nuestro Rey, cantad!,
porque Dios es el Rey de toda la tierra.
¡Cantad con inteligencia!

Dios reina sobre las naciones;
Dios se sienta sobre su santo trono.
Los príncipes de los pueblos se reunieron
como pueblo del Dios de Abraham,
10 porque de Dios son los escudos de la tierra.
¡Él es muy enaltecido!

El espíritu de sabiduría y de revelación

15 Por esta causa también yo, habiendo oído de vuestra fe en el Señor Jesús y de vuestro amor para con todos los santos, 16 no ceso de dar gracias por vosotros, haciendo memoria de vosotros en mis oraciones, 17 para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él; 18 que él alumbre los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos 19 y cuál la extraordinaria grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, según la acción de su fuerza poderosa. 20 Esta fuerza operó en Cristo, resucitándolo de los muertos y sentándolo a su derecha en los lugares celestiales, 21 sobre todo principado y autoridad, poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo, sino también en el venidero. 22 Y sometió todas las cosas debajo de sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, 23 la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo.

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